miércoles, 11 de julio de 2012

TOXOPLASMOSIS Y EMBARAZO


La Toxoplasmosis está ocasionada por un protozoo parásito de aves y mamíferos.El toxoplasma Gondii se reproduce sexuálmente en el tracto intestinal de los gatos, formándose unos ooquistes que son eliminados con las heces y pueden sobrevivir en suelos húmedos hasta un año. Desde aquí pasan por ingestión oral a los mamíferos (especialmente cordero, cerdo o vaca) y se sitúan intracelularmente, reproduciéndose en el interior de las células del mamífero hasta que las defensas del mismo le obligan a enquistarse de nuevo. El ser humano suele contagiarse a través de los alimentos poco cocinados, de las frutas o verduras no bien lavadas o peladas y del contacto directo con las secreciones (saliva, orina, etc) de perros o gatos. La entrada es siempre vía oral.
1. SÍNTOMAS Y SIGNOS: la enfermedad suele cursar de forma leve causando una adenopatía (ganglios) axilar o cervical. A veces con algo de febrícula, cansancio, dolores musculares o faringitis, por lo que suele confundirse con alguna infección vírica banal.
La toxoplasmosis puede desencadenar una enfermedad grave en paciente inmunodeprimidos (SIDA, neoplasias o enfermedades debilitantes, etc) que puede suponer una encefalitis, mielomengingitis, miocarditis, neumonía, etc que pueden llegar a ser mortales si no son diagnosticados y tratados adecuádamente.
2. TOXOPLASMOSIS CONGÉNITA: suele ser resultado de una infección aguda primaria, con frecuencia asintomática, adquirida por la madre durante el embarazo. Las mujeres infectadas antes de la concepción no suelen transmitir la toxoplasmosis al feto, a menos que la infección se reactive durante el embarazo por inmunosupresión. El riesgo de infección transplacentaria aumenta desde el 15% hasta el 30 y el 60% cuando la madre se contagia durante el primero, el segundo o el tercer trimestre del embarazo, respectívamente.

Las manifestaciones clínicas de la toxoplasmosis congénita son variables:
El aborto espontáneo y el parto de feto muerto pueden ocurrir al principio de la gestación.
La enfermedad del recién nacido puede ser grave,
- ictericia, exantema y hepatoesplenomegalia, seguidas de una tétrada característica de anomalías: coriorretinitis bilateral, calcificaciones cerebrales, hidrocefalia o microcefalia y retraso psicomotor. El pronóstico es malo.
Muchos niños con infecciones menos graves y la mayoría de los hijos de madres infectadas durante el tercer trimestre, parecen sanos al nacer, pero experimentan riesgo elevado de anomalías meses o incluso años más tarde.

3. DIAGNOSTICO: El diagnóstico se establece mediante pruebas serológicas. Los anticuerpos IgM específicos aparecen durante las dos primeras semanas de enfermedad, alcanzan un máximo a las 4-8 sem y después, en los casos típicos, se hacen indetectables al cabo de varios meses. Los anticuerpos IgG tardan más en aparecer, alcanzan títulos máximos al cabo de 1 o 2 meses y pueden permanecer altos y estables durante meses o años. La presencia de anticuerpos IgM o el aumento de cuatro veces en los títulos de anticuerpos IgG suelen indicar enfermedad aguda,
La infección pasada, que confiere resistencia frente a la reinfección, produce en los casos típicos positividad de los anticuerpos IgG con anticuerpos IgM negativos. La detección de anticuerpos IgM específicos en la enfermedad neonatal sugiere infección congénita. (La IgG materna cruza la placenta, cosa que no hace la IgM.)

4. PREVENCIÓN:
La infección se puede evitar si no se come carne cruda o poco cocinada. La carne se debe cocinar a 66 ºC, almacenar congelada a -20 ºC, ahumar o curar. Es esencial lavarse a conciencia las manos después de manipular carne cruda. Se evitará el contacto con tierra o alimentos posiblemente contaminados por heces de gato.
- Lavarse bien las manos tras manipular comederos u objetos de uso animal.
- los fiambres cocidos se pueden comer (jamón de york, chopped, mortadela, etc), pero los crudos (salchichón, chorizo, sobrasada, es conveniente congelarlos a -20ºCdurante un par de dias, antes de consumirlos, o en el caso del jamón serrano, hacerlo a la plancha)


En resumen, la toxoplasmosis es una enfermedad frecuente (hoy día mucho menos por las medidas sanitarias y los controles de alimentos), que puede ser inofensiva para la madre, pero muy grave para el bebé. Por eso hay que ser especialmente cuidadosos con las medidas higiénicas en el embarazo y controlar especialmente cuando comemos fuera de casa, que la carne no esté sanguinolenta y no comer fiambres crudos.

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