Es muy importante tomar ácido fólico durante el embarazo, especiálmente en el primer trimestre, incluso antes de quedar embarazada, porque hace unos años se demostró que algunos defectos neurológicos que aparecían en el recién nacido, como la espina bífida (falta de cierre del tubo neural, que puede suponer graves lesiones motoras, en las piernas, que dificultan, incluso impiden la deambulación), y otros, eran debidos a la carencia de ácido fólico en la madre gestante, bien por mala absorción o por mala alimentación. Esto es especiálmente importante en aquellas mujeres afectas de talasemia (un tipo de anemia congénita, en el que se da un deficit de ácido fólico). Por eso, y aunque encontréis revistas o sitios donde indiquen determinados alimentos que lo contienen (y es cierto), no es suficiente, y conviene tomar suplementos del mismo durante todo el embarazo.
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